jueves, 5 de junio de 2014

No te quiero, no, ya no.

'No te quiero, no, ya no. Pero te sigo deseando. Tanto como el primer día, o más, si cabe.
Te deseo cuando te veo, y cuando no. Te deseo en los descansos, cuando salgo a fumarme un cigarro entre clase y clase. Y te veo allí, a la misma hora de siempre, con la misma chaqueta de cuero desgastada de siempre, con el mismo casco de la moto en la mano, como si fueras a salir dando bandazos en tu BMW en cualquier momento. Igual que siempre. Menos por una cosa, yo ya no estoy junto a ti.
Salgo y te busco con la mirada, hasta que doy con tus ojos color canela. Me miras, y durante un cigarro todo vuelve a ser como antes. Pero tan rápido como vuelve, se pierde, con el humo de nuestra última calada.

No es bueno desear mucho algo, a lo mejor ese fue nuestro problema.
Nos deseábamos demasiado, como si nos necesitáramos más que al respirar.'